Los tableros eléctricos fallan por tres razones principales: instalación incorrecta, mal dimensionamiento o mantenimiento deficiente. De estos tres, el mantenimiento es el más ignorado y, al mismo tiempo, el que más impacto tiene en evitar paros, daños y sobrecostos.
En México es común que los tableros operen años sin revisiones técnicas reales. Esto provoca conexiones flojas, sobrecalentamientos ocultos, bancos de capacitores fuera de servicio, mediciones inexactas y fallas por acumulación térmica.
La diferencia entre mantenimiento preventivo y correctivo no es de teoría; es de dinero, continuidad operativa y seguridad.
Por qué el mantenimiento define la vida del tablero
Un tablero bien diseñado y con ensamble profesional puede fallar si no recibe mantenimiento periódico. La razón es simple: la electricidad genera calor, vibración, ensuciamiento y deterioro de materiales.
Sin mantenimiento, aparecen:
- Disparos intermitentes.
- Sobrecalentamiento de barras.
- Capacitores dañados.
- Equipos de medición inexactos.
- Ruidos, arcos eléctricos y puntos calientes.
En plantas mexicanas, el 70% de las fallas viene de conexiones flojas y polvo acumulado, no de fallas de equipo.
Preventivo vs correctivo: diferencias técnicas reales
Mantenimiento preventivo
Son actividades programadas para evitar fallas:
- Inspección visual y térmica.
- Torque y reapriete de bornes.
- Limpieza técnica interna.
- Pruebas de medición y calibración.
- Evaluación de bancos de capacitores.
- Revisión de ventilación interna.
- Validación de protecciones y selectividad.
El objetivo es simple: detectar antes de que falle.
Mantenimiento correctivo
Ocurre cuando el tablero ya falló:
- Equipos quemados.
- Capacitores reventados.
- Barras deformadas por calor.
- Celdas o interruptores dañados.
- Variadores o motores afectados por mala coordinación.
El costo del correctivo suele ser 4 a 10 veces mayor que el mantenimiento preventivo, sin contar el paro de producción.
Errores comunes en plantas mexicanas
- Tableros operando 5+ años sin reapriete de bornes.
- Bancos de capacitores funcionando con etapas inactivas.
- Equipos de medición con TC saturados o mal conectados.
- Celdas de media tensión sin pruebas periódicas de aislamiento.
- Trayectorias de cable saturadas por ampliaciones improvisadas.
- Gabinetes sin ventilación adecuada en ambientes calientes.
- Protecciones ajustadas “a fábrica”, no a carga real.
Criterios técnicos que cambian resultados
Integración de equipos
El mantenimiento preventivo permite evaluar si la integración de celdas, banco de capacitores, sistemas de medición y equipos electromecánicos sigue operando dentro de parámetros seguros.
Calidad eléctrica
- Verificación del factor de potencia.
- Revisión de distorsión armónica (THD).
- Análisis de cargas no lineales.
Gestión térmica
La mayoría de los problemas se detectan usando termografía, identificando:
- Conexiones con incremento térmico.
- Barras con carga desbalanceada.
- Cableado mal tensionado.
Qué revisar: Checklist preventivo profesional
Checklist estructural (ensamble)
- Ensamble de tableros de baja y media tensión revisado por torque.
- Ensamble de gabinetes eléctricos con cierre hermético.
- Ensamble de trayectorias de cable sin puntos de fricción o tensión.
Checklist funcional
- Integración de equipo de medición: calibración, lectura y escalas.
- Integración de banco de capacitores: etapas activas y reactores.
- Verificación de selectividad de protecciones.
- Limpieza de ductos, canales y ventilación.
- Pruebas de continuidad, aislamiento y resistencia.
Checklist energético
- Factor de potencia real.
- THD en barras principales.
- Corrientes de fuga.
- Desbalance por fase.
Relación entre mantenimiento y fallas de integración
Cuando no hay mantenimiento:
- Los bancos de capacitores operan fuera de rango → disparos.
- Los equipos de medición dejan de registrar correctamente → decisiones erróneas.
- Los sistemas electromecánicos generan picos inesperados.
- Las celdas de media tensión pierden aislamiento → riesgo severo.
La integración siempre debe revisarse como sistema, no por partes.
Caso práctico breve
Un centro comercial reportaba disparos frecuentes del tablero general.
Hallazgos por TCQ:
- Tres etapas del banco de capacitores estaban inactivas.
- El equipo de medición entregaba datos incorrectos por TC saturado.
- Conexiones en barras 45% por encima de temperatura normal.
- Ventilación bloqueada dentro del gabinete.
Acciones:
- Rehabilitación del banco con reactores.
- Reemplazo y correcto ajuste de TC.
- Limpieza y ruteo actualizado.
- Ajuste de protecciones.
Resultado: Fallas eliminadas y reducción del 12% en consumo eléctrico.
Un tablero sin mantenimiento preventivo es un riesgo técnico, operativo y financiero. TCQ ofrece mantenimiento profesional basado en ingeniería, análisis térmico, pruebas eléctricas y diagnóstico completo de integración MT/BT.
Preguntas frecuentes
¿Cada cuánto debe hacerse mantenimiento preventivo? ▼
Cada 12 meses en aplicaciones comerciales y cada 6–9 meses en industria.
¿La termografía es obligatoria? ▼
Sí. Es la herramienta más efectiva para detectar fallas invisibles.
¿El mantenimiento afecta la integración? ▼
Sí. La integración es dinámica: cambia conforme cambian las cargas.
¿Qué norma aplica? ▼
NOM-001-SEDE-2012, IEC 61439 y UL 508A.